10/08/2009

El Valor de la Educación Financiera

“Nunca se puede planear el futuro mediante el pasado”.
Edmund Burke

“Comienza en pequeño y sueña en grande”.
Napoleon Hill

La vida de una persona se debate entre una serie de problemas emocionales, afectivos, financieros y espirituales. Sin lugar a dudas, de esos problemas, el más fácil de resolver es el financiero, siempre y cuando se tomaran algunas decisiones en tiempo y forma, como educarse financieramente lo más temprano que se pueda.

Los ciudadanos del siglo XXI se enfrentan a un doble reto: la necesidad de asumir mayores cotas de responsabilidad en el riesgo vinculado a decisiones financieras, y hacerlo en un entorno de creciente complejidad, importantes cambios socio-político-culturales, y enorme velocidad de innovación tecnológica.

La pregunta obvia es: ¿cuenta el ciudadano medio con las herramientas necesarias para superar este reto? Esto es, ¿su nivel de educación financiera es suficiente para tomar decisiones informadas o evaluar adecuadamente los riesgos?

Si nos basamos en datos recientes de la OCDE y la Comisión Europea sobre el nivel de educación financiera, la respuesta es: no. Imaginemos entonces el tamaño del ‘no’ para Argentina y otros países de Latinoamérica. Y esto es preocupante…

Sin formación financiera, la globalización y todos los cambios socio-económicos y tecnológicos suponen un riesgo para particulares y colectivos.

El incremento del nivel medio de esta formación es el gran reto. La educación financiera vendría a ser una especie de "energizante" para la salud individual y conjunta del sistema. Junto a los beneficios obvios para el individuo, en términos de comprensión de la exposición al riesgo, diversificación o de mejor aprovechamiento de las oportunidades de inversión, introduce efectos positivos para el conjunto de la economía.

Hay interesantes iniciativas internacionales como la de Citibank en USA o la de Barclays en el Reino Unido, por citar dos. En España también han comenzado iniciativas de este tipo, y en nuestro país, el propio Banco Central (bajo la actual administración de Martín Redraro) ha comenzado el PAEF (Programa de Alfabetización Económica y Financiera), pero todas, y esto es bastante lógico, tienen un nivel básico.

Es de suma importancia procurarse educación financiera, tanto que de ella depende en gran medida nuestro futuro económico. Debemos aprender el lenguaje del dinero para poder interpretar los mensajes que nos lleguen y en consecuencia para saber qué camino seguir.

Si en nuestras escuelas se enseñara la educación financiera que necesitamos para prosperar, las condiciones de vida de muchas personas serían diferentes.

Llegó el momento de que todas las personas que tengan una básica formación cultural puedan tomar el control de su futuro financiero, y para ello es fundamental una sólida educación financiera, una serie de conocimientos que los ricos se transmiten de generación en generación y al cual puede acceder para cambiar su vida y la de sus descendientes.

Esta idea de aprender lo que la población rica se transmite de generación en generación, hace unos años hubiera parecido absolutamente descabellada. Pero se difunde ahora con muchísima rapidez en todo el mundo, y autores de la talla de Robert Allen, Jack Canfield y Robert Kiyosaki (que visitó recientemente nuestro país, ver Anexo) llegan a través de sus libros y seminarios a millones de personas.

Cualquier persona puede adquirir más conocimientos sobre el dinero y ponerlos en práctica, preparándose para alcanzar la prosperidad, y contando luego con la posibilidad de transmitir a sus seres queridos dichas enseñanzas.

No prestamos atención a nuestras finanzas, por lo general, sino hasta que se presenta algún problema, pero si aprendiéramos a leer nuestras finanzas, a comprender que nos está diciendo nuestro dinero, a entenderlo y seguirlo de cerca para controlar sus movimientos y luego reproducirlo, podríamos, en principio, detectar en enseguida cuando algo esté mal y corregirlo, y luego fortaleceríamos nuestra capacidad y nuestros instrumentos de ahorro e inversión.

Adquiriendo conocimientos en finanzas y actuando con previsión nuestra economía se mantendrá saneada y podremos crecer, sólo a partir de reconocer el secreto de la educación financiera.

Todos podemos mejorar nuestras finanzas si mejoramos nuestra educación en este ámbito.

Abel Cortese