8/04/2009

Veinte preguntas difíciles para tener un futuro más fácil (II)


¿Qué pasa si tienes un tiempo limitado?

Una vez que los clientes dedicaron suficiente tiempo a imaginar y detallar su vida ideal, cambió de táctica. Les pidió que imaginaran que sus médicos les habían dicho que apenas tenían 10 años de vida. Gozarían de buena salud hasta el momento de morir, pero que no recibirían ningún aviso de cuando morirían. A continuación les hizo tres preguntas más:

• ¿Qué harían con el tiempo que les queda por vivir?

• ¿Cambiarían sus vidas?

• De ser así, ¿cómo cambiarían?

Cómo afrontar la mortalidad
Para el grupo final de preguntas, Kinder llevó a sus clientes nuevamente al consultorio. En ese momento les dijo que sólo les quedaba un día de vida. Les pidió que pusieran mucha atención a los sentimientos que surgieran al afrontar la idea de morir. Finalmente les hizo las cuatro últimas preguntas:

• ¿Qué sueños quedarán sin convertirse en realidad?

• ¿Qué me hubiera gustado terminar o ser?

• ¿Qué me hubiera gustado haber hecho?

• ¿Qué me perdí?

Esta secuencia de situaciones y preguntas está diseñada para ayudar a las personas a visualizar sus metas, mostrando lo que realmente es más importante en sus vidas. Una vez identificados esos valores centrales, se puede crear un plan financiero para ayudarles a hacer de sus sueños una realidad factible, ayudando a los clientes a incorporar esos aspectos ideales en la vida cotidiana.

El objetivo es un significado, no efectivo
Lo que buscamos no son objetivos monetarios, sino un significado”, señala Susan Galvan, Directora ejecutiva del Instituto Kinder () con sede en Pleasanton, California. “Uno no va a mirar atrás y lamentarse de los televisores que no compró”.

Alguien que quería una jubilación anticipada, por ejemplo, puede darse cuenta de que lo más importante para él o ella es pasar tiempo con sus hijos. Puede decidir no centrarse tanto en su carrera y pensionarse más adelante para no perderse los años formativos de sus hijos.

Otra persona puede descubrir que su objetivo de independencia financiera es tan fuerte que se muda a una zona más económica y consigue un segundo empleo para poder solucionar su deuda.

El verdadero trabajo, naturalmente, es tratar de determinar cómo cambiar tu vida de modo que refleje tus valores. Kinder estimula a sus clientes a tener fantasías sobre todo tipo de soluciones y luego limitar sus opciones a aquellas que causarán el cambio lo más pronto posible.

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