9/22/2009

El valor de las mujeres

La periodista Sally Helgesen escribió un libro esclarecedor titulado "LA VENTAJA FEMENINA: EL NUEVO LIDERAZGO DE LAS MUJERES".

Uno de sus entrevistadores, Tom Peters, dijo: ‘Los hombres que deseen conservar su empleo, ¡cuidado!’. ‘¡Las mujeres que actúan en su trabajo como si fueran hombres también deben cuidarse!’.

Para comprender por qué las mujeres proporcionan lo que el nuevo mundo de los negocios necesita, primero tenemos que analizar el idealizado estilo de vida de las mujeres tradicionales.

Hablando en líneas generales:

· Como niña, sus juegos eran verbales, fluidos, basados en la cooperación y en respetar los turnos.

· Como adulta, era la cuidadora del corazón y el hogar; la competencia estaba relativamente ausente de sus tareas cotidianas.

· Estaba encargada de crear un ámbito educado y de enseñar a los hijos a compartir, cuidar y cooperar.

· Mediaba en los conflictos entre los de su familia, en la esperanza de crear soluciones armoniosas.

· Estaba en el centro de la actividad de la casa, a diferencia de su marido trabajador.

· A causa de la naturaleza de su entorno hogareño y de las demandas de la maternidad, aprendía a ser mucho más flexible y a no centrarse en metas específicas.

· En la misma línea, necesitaba tener muchos roles para conducir las numerosas tareas que se producían en el entorno hogareño, más que ser experta en algo concreto.

· A menudo actuaba intuitivamente, confiando en su propia inspiración en vez de hacerlo en relación con lo que parecía lógico.

· No solamente miraba lo que ocurría en el hogar sino también en la comunidad en general.

· Estaba rodeada de material de lectura y tenía intereses generales en la vida...

Hasta hace poco, todas estas características estaban consideradas poco adecuadas para los negocios.

¡Dios me perdone si siendo hombre o mujer, uno podría haber sido acusado de actuar SIMPLEMENTE COMO UNA MUJER!

¡Esto no era un elogio!

Echemos ahora un vistazo a por qué ese ‘Dios no lo permita’ y sus características se han convertido en deseables en los lugares de trabajo.

· Primero, porque muchos negocios se han convertido en algo tan enorme que las tradicionales jerarquías –con el jefe a la cabeza, solo- no funcionan más. En vez de eso, la ‘red’, que ubica al jefe en el centro de la actividad, es un modelo mucho más efectivo para acceder a la información y para permitir la conexión con un número mayor de gente.

· A causa de la explosión en el campo de la información, se necesita cooperar y compartir para prevenir grandes ocasiones de caer por las grietas de un mundo en cambio acelerado.

· La necesidad de flexibilidad, en vez de un centro emanador, es evidente también en un mundo donde los cambios se dan a una velocidad sin precedentes. Durante la noche se producen cambios y hay que estar preparados para actuar rápidamente.

· Más que ser encerradas en los límites de sus roles y de los logros individuales, las personas necesitan cumplir distintos papeles y expandir sus puntos de vista.

· El mundo está cambiando hacia el entorno, que, por definición, pide una serie de ‘objetivos’ que recuperen los valores del corazón.

Susan Jeffers ('Aunque tenga miedo, hágalo igual')