7/28/2009
Su dinero y su cerebro (I)
Cómo la nueva ciencia de la neuroeconomía lo puede ayudar a hacer dinero
por Jason Zweig
RESUMEN EJECUTIVO
Por lo general, atribuimos nuestro fracaso financiero a un
sinfín de factores y circunstancias ajenos a nosotros mismos.
Pero el verdadero culpable de que nuestras inversiones
generen pérdidas es nuestra estructura cerebral.
La razón de esto es que los reflejos que les aseguraron la
supervivencia a nuestros ancestros no son los más idóneos
para nuestra vida financiera. De hecho, nuestro cerebro puede
matarnos desde un punto de vista financiero. Afortunadamente,
no todo está perdido.
Basta con que entendamos cómo funciona nuestro cerebro,
para que podamos aplicar sus potencialidades al mundo de las
finanzas. Y esto es exactamente lo que busca la nueva
disciplina de la neuroeconomía.
La economía y el cerebro
La mayoría de las ideas convencionales sobre cómo invertir
están erradas. Se sugiere que los inversionistas son analistas
racionales, que trabajan duro para entender el posible
comportamiento de sus inversiones. La idea detrás de todo esto
es que mientras más duro trabajemos y más entendamos, mejor
nos irá.
Pero hay pruebas de que el conocimiento y el trabajo duro no
están necesariamente relacionados con el éxito en las inversiones.
Hasta los laureados con el premio Nobel, que entienden a
la perfección la lógica económica de las inversiones, suelen
tener poco éxito en las mismas. El éxito requiere mucho más
que conocimientos, razón y estudio.
El cerebro humano no toma las decisiones financieras estrictamente
sobre la base de las ganancias o pérdidas monetarias.
Hay otros factores que entran en juego; por ejemplo, la sorpresa,
la felicidad, el miedo, el riesgo, la avaricia, la intuición, las
emociones y las percepciones. Las emociones no son enemigas
de la razón; son necesarias y útiles mientras el inversionista las
sepa usar.
Conocimiento y emociones
La noción popular de que todo el mundo tiene dos cerebros es
cierta en buena medida. Pero la distinción entre cerebro
derecho y cerebro izquierdo no es tan importante como la de
cerebro inferior y cerebro superior, o cerebro “reflexivo” y
cerebro “pensativo”:
1. Reflexivo: el sistema reflexivo, que está ubicado bajo la
corteza cerebral, se ocupa de varios procesos y dirige la
atención a ciertas cosas cuando estas constituyen una
verdadera amenaza u oportunidad.
2. Pensativo: el sistema pensativo opera en la corteza prefrontal,
la parte del cerebro que utilizamos para analizar y
planificar.
Para usar ambas partes del cerebro apropiadamente como
inversor, siga estos consejos:
1. Confíe en sus sentimientos: si sus instintos le dicen que no
confíe en alguien, présteles atención. La intuición permite
procesar señales de comportamiento que el análisis lógico
puede pasar por alto. No escoja un asesor financiero que no le
simpatice. Pero revise las credenciales, el historial y las
referencias de cualquier asesor que sí le simpatice.
2. Entienda sus reflejos: en ciertas circunstancias, sus emociones
y reflejos son muy poderosos (como en los mercados
en bajas o alzas extremas). En dichas situaciones, asegúrese
de usar su sistema analítico y tenga cuidado de sus instintos.
3. Cuestione constantemente sus juicios: es posible que su
cerebro reflexivo le presente las decisiones de un modo
sencillo de procesar; pero dichas representaciones pueden ser
inapropiadas.
4. Compruebe sus suposiciones: trate no sólo de cuestionar
sus creencias y convicciones sino de desaprobarlas. Esta es
una técnica muy poderosa para evaluar y revisar las
decisiones.
5. Use el sentido común: la publicidad financiera está diseñada
para influir en los sentimientos, los reflejos y el
subconsciente.
Establezca reglas formales para invertir y acátelas.
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